Los líderes de los 27 países de la Unión Europea (UE) exigieron este lunes a Bielorrusia la liberación inmediata del opositor Román Protasévich, arrestado el domingo después de que el avión en que viajaba se viera forzado a aterrizar en Minsk, la capital de Bielorrusia.

En la primera jornada de una Cumbre del Consejo Europeo en Bruselas, los líderes pidieron "la liberación inmediata" de Protasévich y su novia, Sofia Sapega, y que "su libertad de movimientos sea garantizada", de acuerdo con un portavoz de la institución.

La captura causó un escándalo internacional, después que el gobierno de Bielorrusia provocara el aterrizaje forzoso de un avión civil en el que viajaba un opositor, que luego fue detenido.

El vuelo de Ryanair procedente de Atenas y con destino a Vilna, la capital de Lituania, fue forzado a aterrizar el domingo cuando se hallaba en el espacio aéreo bielorruso, por una supuesta amenaza de bomba que resultó ser falsa.

Román Protassevich, que estaba exiliado en Lituania, fue editor del canal de Telegram @nexta_tv, opositor del régimen de Alexander Lukashenko en Bielorrusia, una antigua república soviética situada entre Rusia y la Unión Europea que dirige desde 1994.

En medio de las fuertes presiones, Lukashenko rechazó las críticas y aseguró haber actuado de forma legal, prometiendo una "absoluta transparencia".

Bielorrusia recibió el apoyo de su principal aliado, Rusia, cuyo ministro de Exteriores, Serguei Lavrov, consideró que Minsk había actuado de forma "razonable" al prometer una "transparencia total".

¿Una bomba de Hamás?


Bielorrusia aprovechó la tensión en el Medio Oriente para ejecutar su plan. Mientras el avión se desplazaba en el espacio aéreo de su país, el gobierno bielorruso afirmó incluso haber recibido una amenaza de "bomba" en este vuelo de Ryanair, firmada por Hamás, según un email atribuido a este movimiento islamista palestino y leído por un responsable del ministerio bielorruso de Transportes.

Pero la tensión no terminó ahí. Un avión de combate bielorruso escoltó el vuelo durante varios minutos y lo vigiló hasta que el aparato aterrizó en la capital, Minsk, donde Protasévich, de 26 años -quien vivía entre dos Estados de la Unión Europea, Polonia y Lituania-, fue detenido junto con su pareja.

El gobierno, protegido de Rusia, aseguró el lunes haber informado a la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), organismo dependiente de la ONU, y a la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), de su "disposición a cooperar en una investigación imparcial".

Roman Protassevitch durante una manifestación en Minsk, la capital de Bielorrusia, el 25 de marzo de 2012. /AFP.

Fuerte reacción internacional.


Este lunes el gobierno del Reino Unido ordenó a aviones británicos evitar el espacio aéreo de Bielorrusia. El grupo aeronáutico alemán Lufthansa, la compañía escandinava SAS y la compañía regional Air Baltic, con sede en Letonia, también anunciaron haber adoptado esa medida.

En Bruselas, Úrsula Von der Leyen dijo que se trató de un "altamente inaceptable secuestro de un avión de Ryanair por parte de las autoridades de Bielorrusia", y añadió que el mandatario bielorruso Alexander Lukashenko y su régimen "deben entender que habrá severas consecuencias".

Además de la adopción de nuevas sanciones a funcionarios bielorrusos, entre las alternativas discutidas por los líderes, de acuerdo con borradores a los que AFP tuvo acceso, se incluye el veto del uso del espacio aéreo de los países de la UE a la aerolínea de Bielorrusia, Belavia.

Las explicaciones bielorrusas no convencieron a nadie en Europa. Von der Leyen, calificó el incidente de "indignante e ilegal", Polonia denunció "un acto de terrorismo de Estado" y Francia pidió una "respuesta fuerte y unida".

La jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, dijo que las explicaciones bielorrusas eran "completamente inverosímiles".

"Piratería estatal".


Irlanda, donde está basada la compañía Ryanair, criticó el hecho como un acto de "piratería" estatal. A su vez, la OTAN exigió una investigación sobre el "grave y peligroso incidente", mientras que el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, lo calificó de "impactante" por poner en peligro "la vida de más de 120 pasajeros, entre ellos ciudadanos estadounidenses".

Tanto Estados Unidos como la UE exigieron la liberación de Protasévich, que Bielorrusia había añadido a su lista de "personas implicadas en actividades terroristas".

La UE ya adoptó sanciones al gobierno de Lukashenko por la brutal represión de las manifestaciones de la oposición tras su polémica reelección para un sexto mandato en agosto del año pasado.

La activista opositora bielorrusa Svetlana Tijanóvskaya, quien vive en el exilio en Lituania, afirmó que "es absolutamente obvio que se trata de una operación de los servicios secretos para capturar el avión" y arrestar a Protasévich.

El opositor está detenido en Minsk y en un vídeo difundido el lunes por la noche por la televisión pública bielorrusa, afirmó que estaba siendo bien tratado y que había empezado a "confesar sobre la organización de manifestaciones masivas".